Quiero empezar esta serie de artículos hablando de un tema esencial: la simplicidad. Una de las cosas que he podido ver en la evolución que han tenido las presentaciones durante los últimos años, es que las personas se cansaron de los powerpoints complejos y aburridores.
¿Qué es un powerpoint* aburridor?
Es un powerpoint cargado de texto, saturado de imágenes o gráficas.
Es un powerpoint que no impacta sino que abruma.
Es un powerpoint que desconoce los principios del diseño.
Pero sobretodo es un powerpoint que cree que a mayor información mayor impacto.
Una de las cosas que recomiendan expertos como Garr Reynolds, autor del libro "Presentation Zen", es recordar que a menudo "menos es más". Es decir, que para lograr presentaciones de impacto no necesitamos recargarlas de texto, imágenes y efectos especiales. Al contrario, en algunas instancias, los mejores powerpoints son aquellos que manejan poco texto, gráficos dicientes y fotos impactantes, sin que estos recargen la presentación. Esto lo iremos viendo en algunos de los ejemplos prácticos más adelante.
Hace tiempo he sido un fanático de la cultura japonesa, y de sus conceptos de simplicidad aplicada al diseño, lo cual para mí da como resultado creaciones de buen gusto y alto impacto. Garr Reynolds, en su libro nos recuerda una frase del artista, arquitecto y diseñador de Jardines Koichi Kawana, que considero muy pertinente para esta introuducción: "Simplicidad significa producir el máximo impacto con el mínimo de recursos".
Una pregunta interesante que nos podemos hacer cuando tengamos una presentación es: ¿Puedo decir que estoy logrando el máximo impacto con el mínimo uso de texto, gráficos y efectos especiales?.
A menudo nos asusta pensar que la simplicidad en una presentación disminuirá nuestro impacto y hará ver nuestro trabajo poco profesional, pero uno de los grandes exponentes del arte y de la estética, Leonardo Da Vinci, decía: "La simplicidad es la máxima sofisticación".
Por lo pronto quiero dejarlos con esta reflexión. En nuestras próximas entregas veremos cómo esto se traduce en un método que nos ayude a mejorar nuestras presentaciones.
*Cuando hablo de powerpoint no me refiero al programa, sino a la presentación en particular. Si bien esto no es un uso adecuado del idioma, decir "un powerpoint" se ha vuelto un sinónimo de decir "una presentación".